Que gran regalo es que me hayas escogido como madre, que lindo todo nuestro proceso juntos, este camino, en este tiempo que apenas comienza o mejor se reanuda. Cuanta gratitud siento por todos nuestros encuentros y desencuentros. Reconocerte como un maestro y como un ser divino y luminoso, nos hace vivirnos desde un amor profundo.  Te amo mi quiero viajero de tiempos.

Como familia somos un grupo de almas, para mi eso es un hecho. Somos una familia común y muy diversa, mis verdades no son compartidas por mi compañero, mis sentires espirituales se quedan en conversaciones largas y en casa soy la única que los percibe y acepta, pero allí esta ese aprendizaje, esa decisión de crecer juntos, de aceptarnos en la diferencia, cuidarnos y amarnos para ser felices, sentirme amada en mi verdad, y con la libertad para hablar de todos los sentires con quien construyo hombro a hombro esta familia.

Gracias por aceptarnos como diversos, con gustos musicales y culinarios diferentes, con creencias espirituales diferentes, y con amor y sueños en común. Soy muy feliz por ser parte de esta manda, por vivir hacer mágicos cada cotidiano día”

Aquí desnude un poco de mi sentir acerca de  nuestra vida familiar presente y de antes, como te sientes tú en conexión con tus hijos y tu compañero, has pensado que tienen conexión de otros tiempos?  Me encantaría leerte. La conclusión de este texto la escribes tu.  Si quieres hablar de estos temas no dudes en agendar una cita para compartir sobre las terapias holísticas que acompañan los procesos de sanación.

La luz de mi vientre honra y celebra la luz de tu ser.